10 curiosidades sobre Paul Newman

Más de 50 años de carrera profesional legan muchas anécdotas y curiosidades que, en algunas ocasiones, tenemos el privilegio de conocer. Revelarlas y contarlas no sacian una curiosidad sedienta de información y con una capacidad cada vez menor para  ser sorprendida. Por ello, conocer a los actores clásicos, a leyendas que ya no están entre nosotros, nos ayuda a detener nuestros pensamientos en recrear vivencias y aproximarnos -aunque solo sea un poco- a su forma de vivir y entender la vida. Newman, por su naturalidad y -como ya dije- por ser sincero con sus pasiones, es uno de los ejemplos que mejor representa el interés y la necesidad actual de saber más sobre cine, de saber más sobre los artistas que forman parte de su historia. Aquí os brindo 10 magníficas anécdotas suyas (extraídas de la biografía de Shawn Levy). Habrá más.

Fue vendedor de enciclopedias

Instalarse en Nueva York sin tener empleo podría parecer imprudente. Pero Newman confiaba en su potencial. Además, no había salido de Cleveland para volverse a la primera dificultad que se le plantease. Los comienzos fueron duros y los trayectos de transbordador Staten Island-Manhattan, largos. Pero eran vitales para darse a conocer entre las agencias artísticas. Mientras surgía algo, en los rato libres, Newman iba puerta por puerta, en Staten Island, vendiendo enciclopedias.

Entró al Actors Studio por un error

Newman era perfectamente consciente de sus limitaciones. Siempre supo que, más que el talento innato, fue el trabajo lo que impulsó su condición de estrella. Entrar al Actors Studio por confusión supuso un punto de inflexión en su carrera. Logró acceder a la academia sin ni siquiera presentarse oficialmente a las pruebas. Newman acudió para acompañar a una amiga que había pasado una audición y cuyo compañero no se pudo presentar de nuevo. Allí interpretó junto a ella la escena de una obra de Tennesse Williams. La actriz no fue admitida, pero días después Paul recibió una notificación de admisión en el Actors Studio (ya que pensaban que se había inscrito oficialmente a las pruebas). Ahí comenzó la famosa ‘Suerte Newman’.

Inspiró la nueva versión de Linterna Verde, el personaje de cómics de DC

En la etapa en la que Newman vivía en Queens Village con Jackie, su primera esposa, el dibujante de cómics Gil Kane era uno de sus vecinos. Gil afirmó que se había inspirado en Newman para crear la versión moderna de uno de sus personajes más populares: Hal Jordan (Linterna Verde). En él vio los rasgos del héroe norteamericano.

La primera impresión de Joanne fue negativa

Paul Newman y Joanne Woodward no son uno de los matrimonios más famosos y longevos de la historia de Hollywood por ser perfecto. De hecho, la imagen de perfección que se intentó vender en la década de los 60 fue difuminándose en una serie de crisis que magnificó la prensa. La razón de la perfección de ese matriominio residió precisamente en sus imperfecciones. Newman y Joanne se amaron siempre, a pesar de una (simpática) primera impresión negativa por parte de la actriz. Mientras que Newman recordaba que su pensamiento fue: «Caramba, qué chica tan guapa», Woodward declaró que le cayó mal nada más verlo.

Su primer papel en cine casi hunde su carrera

Esta anécdota pudo ser determinante en la vida profesional del actor. Su primer gran papel en el cine fue desastroso y acumuló comentarios muy negativos. «Resulta un dudoso honor poder afirmar que participé en la peor película de los años 50. Cuando la vi, me sentí horrorizado y traumatizado. Estaba seguro de que mi carrera como actor había empezado y terminado con ella». Años después, Newman rechazó acudir a una lectura del guión de Ben-Hur (le querían probar como protagonista)… no quería volver a acercarse a un péplum.

Le calificaron como una mala copia de Marlon Brando

No solo Newman, sino todos los actores emergentes de los años 50, se vieron eclipsados por un actor que estaba marcando una época. Analizándolo con perspectiva, Brando es uno de los más grandes de la historia del cine. Pero, compararte con el actor más talentoso de toda una generación cuando aún estás empezando puede ser muy duro si no te logras abstraer de las críticas. Newman lo hizo.

Pudo protagonizar ‘La Dolce Vita’

No estuvo a punto de hacerlo, tal y como señalan algunas fuentes, pero sí fue una de las primeras opciones para, al menos, el productor. El famosísimo cineasta italiano Dino Di Laurentiis (abuelo del actual productor y presidente del Nápoles Aurelio) quería que una estrella norteamericana protagonizase la película de Federico Fellini. Newman estaba dispuesto, pero el director no quería incluirle en el reparto. Marcello Mastroianni acabó protagonizando la inolvidable obra y Di Laurentiis huyó del proyecto.

No comió ningún huevo en la famosa escena de ‘La leyenda del indomable’

Una de las escenas más famosas de su carrera fue posiblemente la que protagonizó en ‘La leyenda del indomable’, de Stuart Rosenberg. En ella, su personaje apostaba a que era capaz de comer 50 huevos duros en una hora. Y así fue. Sin embargo, muchas informaciones posteriores afirmaron que, según qué escenas, había tenido que comer unos siete u ocho para dar credibilidad a la acción. Y no fue así. Según Newman, no se tuvo que comer ni un solo huevo. «¿Pero el método no dice que hay que actuar como si se hiciera de verdad?, le preguntó un periodista. «No si de lo que se trata es de comer huevos duros», respondió Newman.

Sus habilidades despidieron al especialista de ‘Dos hombres y un destino’

En una de sus -indudablemente- mejores películas (‘Dos hombres y un destino’), el personaje de Newman, Butch Cassidy, debía hacer malabares en una bicicleta. Roy Hill, el director, había contratado a un especialista para ello. Pero, mientras discutía con él porque afirmaba no tener una bicicleta lo suficientemente resistente como para hacer los malabares, Newman se montó y pasó ante ellos de pie en el asiento y sujetando el manillar. Roy Hill despidió al especialista en el acto.

Dudó sobre si era demasiado mayor para participar en ‘Camino a la perdición’

Sam Mendes contaba con un reparto de lujo para ‘Camino a la perdición’. Tom Hanks, Daniel Craig, Jennifer Jason Leigh, Stanley Tucci y Jude Law. Pero, para el papel de John Rooney, necesitaba a un actor mayor que también fuese un reclamo artístico. Por ello, fue a ver a Newman a su apartamento de Nueva York, para tantear si podían trabajar juntos. Paul decía que era demasiado viejo para el papel y que todo el mundo se había olvidado de él. Pero, tras plantear una serie de cuestiones sobre el papel (método Newman), el actor preguntó: «¿Eres bueno dando la mano?». Mendes afirmó. «Pues entonces hagámoslo». Y así se fraguó su participación en la última película de su carrera.